Orla Hasson, coach sistémico
Ante los cambios inesperados o grandes el ser humano tiende al miedo. El ser humano y todos los animales de la tierra. Es normal y natural. No nos gustan los cambios. Incluso los elegidos, si son cambios importantes y grandes, cuestan.
La verdad es que la evolución del ser humano mismo es una serie de cambios. Entonces ¿por qué nos cuesta tanto?
Es un momento muy incierto. No sabemos qué va a pasar el día de mañana, ni en los próximos meses, y esto no nos gusta. De hecho, el no saber nos hace sentir inútiles.
Al mismo tiempo llevamos ya 8 meses dando pasos, o para sostenernos en el mismo sitio para no caer, o para caer lo mínimo o para avanzar un poquito. Podríamos reconocer y estar orgullosos de haber colaborado para salvar proyectos o iniciar nuevos. Nos hemos apoyado mutuamente ante los líos de las bajas y los sustos y los cambios organizativos, y la soledad. La segunda ola viene a reforzar lo que hemos ido recuperando en la primera –nuestra capacidad de crear, colaborar y posiblemente evolucionar. Es una opción.
En realidad, nuestro miedo ante el cambio es igual de natural y común como lo es nuestra capacidad de adaptarnos a ello. Ante una crisis o susto el ser humano busca canalizar su energía de la forma más eficaz posible. Tener miedo requiere un montón de energía para mantener al cuerpo entero en un estado de emergencia. Rechazar el cambio requiere una serie de procesos mentales y emocionales que requiere una sobrecarga de energía que al medio-largo plazo tiene su impacto.
Una vez pasada la primera reacción fuerte es importante gestionar el grado de miedo para poder cuidar nuestro bienestar y el de las personas que nos rodean, para así dar pequeños pasos en la niebla, y para ahorrar energía.
Aquí comparto 3 enfoques que vienen a través del trabajo del médico especialista en la gestión del estrés, Dr. Mario Alonso Puig. Los enfoques nos conectan con la tendencia natural del ser humano a adaptarse al cambio.
Los 3 enfoques de nuestra naturaleza son los que sostienen y impulsan nuestra adaptación para reducir la respuesta del estrés y cuidarnos.
- Crear – En el trabajo y con los compañeros poner el foco en lo que de verdad quieres/queremos crear en el momento, en el día o en la semana. Ambientes centrados o estresados. Sensación de presión o sentido de urgencia. Mejor calidad de la relación o comunicación. Un aumento en claridad, aunque ahora nada es cierto.
Crear nuevas pautas para gestionar el conflicto, el teletrabajo, las reuniones online. Cualquier acto de creación/creatividad nos permite salir de esta sensación de no poder. - Emprender – Dar pasos para no quedarnos estancados. Conectar con lo que queremos crear y realizar acciones pequeñas para avanzar hacia ella. ¿Hacia donde quiero ir como parte del equipo o como líder de una organización? ¿Cuál sería un pequeño primer paso para conseguirlo? ¿Qué no estoy haciendo o qué no estoy viendo que al verlo me dejaría hacer algo diferente? Emprender ofreciendo nuevos servicios interna y externamente. Emprender iniciativas de conexión social en el trabajo. Mas allá de las reuniones organizar un “quiz” por zoom, o abrirte al mercado del bien estar.
- Colaborar – El miedo vivido a un grado alto nos reduce a pensar en nosotros mismos para salvarnos. Cuando reducimos la intensidad somos capaces de ver que realmente nadie se puede salvar por si solo. Los proyectos salen y las tareas se cumplen a través de varias acciones colaborativas. Abrir conversaciones nos ayuda a avanzar con menos peso encima de los hombros y mas fluidez a la hora de ejecutar. Delegamos, compartimos ideas e inquietudes, conversamos e intercambiamos perspectivas. ¿Mas allá de nuestra organización como podemos colaborar al nivel necesidad local o internacional?
Entonces
- ¿Qué quieres crear en el trabajo? ¿En las relaciones, los procesos para los usuarios?
- ¿Qué pasos podrías dar para avanzar mas hacia esto que quieres?
- ¿Qué conversaciones podrías tener y con quien para realizar lo que ya haces de otra manera o para crear algo nuevo?
Paso a paso vamos creando el camino. Mejor crearlo que esperarlo ¿no crees?