Orain dela urte bete, VUCA (Volatile, Uncertain, Complex, Ambiguous) akronimoa azaldu genuen, ziurgabetasun garaiiei argia eman nahian. Termino hori oinarri hartuta, Ameriketako Kaliforniako The Institute for the Future erakundeak irizpide batzuk ematen ditu ziurgabetasunari aurre egiteko. Aldakortasunaren aurrean etorkizuneko-ikuspegia lantzea proposatzen dute, laino artean norabideren bat hartze aldera. Ziurgabetasunaren aurrean pertsonak ulertzea: elkarrizketa sustatzen duten galdera irekiak eginez, pertsona epaitu gabe emozioak onartuz eta jarrera irekia landuz. Konplexutasunaren aurrean, ziurtasuna baino, argitasuna behar dela diote. Bukatzeko, anbiguotasunari ekintzarako arintasunez eta ideiekiko malgutasunez egingo diogu aurre.
En enero de este año escribí un artículo describiendo el término VUCA. Predecía que iba a ser un año Volátil, Incierto (Uncertain), Complejo y Ambiguo. Jamás podríamos haber sabido hasta qué punto. Hoy, terminando el año y de forma casi poética, os quiero ofrecer otra interpretación del término.
El original nace del ejército americano para describir la cambiante, caótica y desafiante guerra en Irak. Hoy en día, se usa de forma natural en los ámbitos de la política y la empresa para describir perfectamente este momento histórico.
El Instituto Para El Futuro (The Institute for the Future) es una organización sin ánimo de lucro, situada en California, que hace predicciones sobre los próximos diez años del futuro basándose en patrones históricos y las posibles tendencias de los próximos 50 años. Ellos nos ofrecen la siguiente interpretación del término que busca crear una forma de navegar estos tiempos VUCA. Aquí pongo las dos para que veamos el diagnóstico y la medicina, mano a mano.
Volátil — Visión
Uncertain — Understanding
(Entendimiento · Ulermena)
Complejo — Claridad
Ambiguo — Agilidad
Fragilidad v’s Agilidad — Vulnerabilidad + Resiliencia.
En un entorno Volátil lo único seguro son los cambios constantes. Cambios constantes generan estrés en el ser humano que normalmente gestiona su energía de forma útil y meditada. Ante los cambios importantes sentimos emociones que requieren muchísima energía, como el miedo y la frustración. Entonces buscamos, por naturaleza, adaptarnos. Lxs líderes de organizaciones y equipos ayudan a las personas guiándonos con su VISIÓN del futuro. Sin ello las personas se quedarán en la niebla y en la inseguridad, aumentando los errores y bajando el nivel de productividad.
Las organizaciones que lideran ahora desde una visión de futuro a largo plazo, bien definida y comunicada, son las que tienen más posibilidades de sobrevivir para verlo, porque tienen a su gente enfocada y capaces de tomar decisiones y ejecutar desde su propio ámbito de responsabilidad, sea cual sea.
Lo importante es que exista una visión de futuro. El hecho que exista asegura que estemos pensando en ello. Vemos futuro. Una visión suena grande, pero ¡no tiene porque serlo! Es tu estrategia para navegar en esta niebla, siendo capaz de ver el destino sobre el mapa. Las personas que saben hacia donde van son personas más autónomas, menos estresadas y más capacitadas para manejar esta tormenta.
Entender a las personas que me rodean es la medicina que alivia el malestar de la incertidumbre. Todos nos vemos empáticos y generosos a la hora de entender a los demás, pero ¿a mí qué??? A ti te toca modelar, respirar y avanzar. El entendimiento se puede captar con tres claves
Ser claro en los mensajes es posible incluso en un mundo ambiguo y complejo. Las complejidades vienen porque cada decisión incluye más factores y porque los resultados no son tan seguros. Claridad es una herramienta terapeutica porque inspira confianza. Ojo. La claridad no es certeza. Es solo claridad. Claridad en la dirección que vamos. Claridad en las peticiones que hacemos. Claridad sobre los resultados que queremos conseguir y claridad en las conversaciones. Con educación incluso puede que las personas no estén de acuerdo pero porque hay claridad en las comunicaciones, le sigo. Buscar claridad, no certeza. La certeza al final provocará inseguridad.
Ser ágil. Cuando la Visión está bien comunicada, hay entendimiento de personas y misión, y claridad en las comunicaciones, no nos queda otra que actuar. Es un momento para no estancarnos, sino agilizarnos. Soltar prejuicios y dudas y diversificar nuestros procesos y maneras de afrontar los desafíos. Ser algo o muy valientes, tomar decisiones rápidas y a varios niveles y ponernos a prototipar nuevas ideas, fracasar rápidamente y seguir. Conectar con personas para compartir visiones o para que te provocan a reevaluar.
Tener la visión clara pero ser flexible en cómo llegues a ella. Las ideas no son más que ideas. Hasta que no los convertimos en acciones, pequeños o grandes, no estamos creando camino.
Entonces ¿Qué ves o sientes que si lo hablas podrías poner en marcha alguna acción distinta en los próximos días?
Como líder de personas o procesos ¿tienen clara la visión a largo plazo? ¿Cuál es su visión de futuro?
Cuando entras en diálogos y reuniones ¿cómo es la calidad de tu escucha? ¿Cómo lo podrías mejorar?
Aldaketek beldurra ematen dute. Bizitza bera aldaketa da, baina ez zaigu gustatzen, kosta egiten delako. Ziurgabetasunaren garai honetan bihar zer gertatuko den ez jakite ez zaigu gustatzen. Ez-gauza sentiarazten gaitu horrek. Baina zortzi hilabete hauetan gure sorkuntzarako eta elkarlanerako ahalmenak nabarmendu dira.
Aldaketetara egokitzeko ahalmena dugu. Beldurra hasierako erreakzio naturala baino ez da. Hura gainditzeko: sorkuntza, ekintzailetza eta lankidetza. Pausoz pauso hobe bidea egitea zain egotea baino.
Ante los cambios inesperados o grandes el ser humano tiende al miedo. El ser humano y todos los animales de la tierra. Es normal y natural. No nos gustan los cambios. Incluso los elegidos, si son cambios importantes y grandes, cuestan.
La verdad es que la evolución del ser humano mismo es una serie de cambios. Entonces ¿por qué nos cuesta tanto?
Es un momento muy incierto. No sabemos qué va a pasar el día de mañana, ni en los próximos meses, y esto no nos gusta. De hecho, el no saber nos hace sentir inútiles.
Al mismo tiempo llevamos ya 8 meses dando pasos, o para sostenernos en el mismo sitio para no caer, o para caer lo mínimo o para avanzar un poquito. Podríamos reconocer y estar orgullosos de haber colaborado para salvar proyectos o iniciar nuevos. Nos hemos apoyado mutuamente ante los líos de las bajas y los sustos y los cambios organizativos, y la soledad. La segunda ola viene a reforzar lo que hemos ido recuperando en la primera –nuestra capacidad de crear, colaborar y posiblemente evolucionar. Es una opción.
En realidad, nuestro miedo ante el cambio es igual de natural y común como lo es nuestra capacidad de adaptarnos a ello. Ante una crisis o susto el ser humano busca canalizar su energía de la forma más eficaz posible. Tener miedo requiere un montón de energía para mantener al cuerpo entero en un estado de emergencia. Rechazar el cambio requiere una serie de procesos mentales y emocionales que requiere una sobrecarga de energía que al medio-largo plazo tiene su impacto.
Una vez pasada la primera reacción fuerte es importante gestionar el grado de miedo para poder cuidar nuestro bienestar y el de las personas que nos rodean, para así dar pequeños pasos en la niebla, y para ahorrar energía.
Aquí comparto 3 enfoques que vienen a través del trabajo del médico especialista en la gestión del estrés, Dr. Mario Alonso Puig. Los enfoques nos conectan con la tendencia natural del ser humano a adaptarse al cambio.
Los 3 enfoques de nuestra naturaleza son los que sostienen y impulsan nuestra adaptación para reducir la respuesta del estrés y cuidarnos.
Entonces
Paso a paso vamos creando el camino. Mejor crearlo que esperarlo ¿no crees?
¿Podríamos celebrar un poco? El otoño trae eso. La oportunidad de cerrar y celebrar. El planeta sigue girando con sus ciclos naturales y la incertidumbre sigue acompañándonos. ¿Tienes razones para sentirte satisfecho?
Seguro que sí. Paso a paso vamos avanzando, abriendo y cerrando caminos. Buscando cuidarnos, y cuidar a los demás.
¿Eres una persona que le encanta abrir caminos nuevos, con energía e ímpetu? O ¿Es que te cuesta tanto cerrar que a veces te encuentras estancado en un mismo lugar?
La mayoría de nosotros nos encontramos entre esos dos polos.
Y los cierres son inevitables… Cada ciclo tiene un cierre. Cada proyecto tiene su fin. Cada cambio trae su final de capítulo para abrir espacio al siguiente.
En la naturaleza, cada año, las estaciones nos marcan los ritmos que dictan el cuidado de la tierra. Cuándo sembrar, cuándo recoger y disfrutar, cuándo preparar el terreno para descansar y cuándo dejarlo reposar, con la expectativa de que algo llegará. La naturaleza sabe que el invierno, con toda su nada, es necesario como preparación para el siguiente ciclo, que llegará cuando tenga que llegar.
Te invito a echar una mirada atrás, a los últimos 6 meses, y hacer una reflexión a nivel personal, profesional y espiritual.
Como seres humanos tendemos a fijarnos en la escasez: lo que no tenemos, lo que no estamos haciendo, lo que otros han hecho mal. Es una opción. Una opción que nos da información, pero existe otra opción, esa que nos permite cuidar el equilibrio y mirar la realidad del momento más allá de una única percepción: mirar lo que sí tenemos, lo que sí estamos haciendo para cuidarnos y mantenernos sanos y presentes. Puede que necesitemos las dos perspectivas a la vez. La de la escasez, para saber en qué necesito enfocarme para avanzar, y la de la abundancia, para reconocer lo que ya está y que me apoya. Es cuestión de equilibrar la perspectiva. Y la perspectiva te puede liberar.
A veces vivimos los cierres de ciclo —relacionales, profesionales o experienciales— de una forma, en ocasiones, dolorosa. Pensamos que un proyecto o relación no funciona por aquello que hicimos mal. Sabemos que hay que cerrar y que va a doler, y si lo hacemos de forma no-consciente duele más.
Los sistemas necesitan sus cierres conscientes, y las personas también. Un cierre o final es imprescindible para crear espacio para lo que tenga que venir. Los sistemas humanos son sistemas tan vivos como la naturaleza y para asegurar su supervivencia cada x tiempo produce los cierres necesarios para abrirse al cambio y la evolución. La cuestión no es si terminamos algo. La cuestión es cómo gestionamos estos cierres de forma consciente para aumentar el impacto positivo que el futuro pueda tener, para mí y para los demás.
Lo siguiente son pautas para apoyarnos en la gestión del cierre de ciclo, independientemente de si es un cierre que eliges, o si es uno que otro elige por mí:
Aceptación: Lo que se, ya lo sé. No puedo no saberlo. Puedo arrastrarme en el tiempo e ignorarlo, pero el impacto se sentirá más allá de mí. Por lo tanto, cuando veo el cierre de algo, no es ni malo ni bueno. Simplemente es. Lo aceptamos. Lo asimilamos.
Entender: Es bueno ser curioso y escuchar. En vez de atascarme en la emoción, hago algunas buenas preguntas.
Agradecer: En todo lo vivido es importante reconocer todo lo que nos ha traído hasta este momento del ciclo. Algo que nos ha hecho embarcar en un proyecto de vida u otro. Algo que nos ha mantenido aquí. Sistémicamente es fundamental reconocer a las personas, las experiencias adquiridas tras haber caminado un rato con ellos. Si es el otro el que se va del proyecto o de la organización, también es importante que se sienta reconocido por todo lo que ha contribuido hasta llegar a este punto en la evolución.
Aprender: Para llevar la información a otras fases de mi vida.
Honrar: Frame it! Con un ritual, una buena cena, un paseo en el monte y un grito en la cima… lo que sea… Recoger el momento. Celebrarlo. Mirarlo con amor.
Soltar: Dejarlo ir. El momento. La persona. La organización. El proyecto.
Reposar: Respirar. Donde hay vacío buscamos llenarlo de cosas. Actividades. Pensamientos… Ten fe. Deja reposar. Este es el momento mas hondo y para la naturaleza el invierno puede ser muy oscuro… Y es parte del ciclo. El espacio que creas estará abierto a lo que viene… Lo más seguro es que la primavera volverá…
Puede que sólo te faltara el guion. Aquí lo tienes. Hazlo tuyo y vive mejor tus cierres para sembrar un futuro mejor.
Ante la duda aquí estaré: www.orlahasson.com
Entonces nos toca observar. No desde la distancia sino desde un acercamiento a nuestros sistemas desde la curiosidad y la apertura. Desde una mente y corazón abierto hacemos preguntas;
¿Somos una organización/sociedad diversa?
¿Qué oportunidades podríamos crear para promover la igualdad, dentro y fuera de nuestra organización?
¿Qué obstáculos existen en nuestra organización o nuestra localidad en la creación de un entorno antirracista? ¿Qué 2 cosas podríamos hacer para afrontarlos?
¿Qué oportunidades se presentan para nosotros este avance en la consciencia a nivel global?
¿Como organización, y como líderes, qué dos pasos podríamos dar que son activamente antirracista, para así contribuir a una evolución a mejor?
Sería fácil decir que en mi entorno el problema no existe porque no hay tantas personas de origen africano. Entonces estaríamos negando la realidad y declarándonos inocentes y libres de responsabilidad. Las hay. Autóctonos e inmigrantes. Entonces observa. Observad. Preguntad. Escuchad. Escuchad. Y no dejar de escuchar desde un corazón abierto y curioso. Desde allí poco a poco nos pondremos a andar por un camino mas amoroso, con mas sentido que antes. Poco a poco desde la voluntad abierta daremos pasos reales en un momento de la historia en la que cada paso cuesta y cada paso cuenta.
¿Qué paso darás tu? ¿Cuáles son los valores que identifican a tu organización? Y ¿Cómo los entenderán en un futuro?
Egunari ekiteko bi modu daude, oro har: esnatu orduko, gauzak egiten hastea (dutxa, gosaria, umeak, lanera presaka) edo esnatu orduko, meditaziorako, gogoetarako, zentratzeko tarte bat hartzea. Bata zein besteak baldintzatuko du gero, eguneko lanei, erronkei eta arazoei aurre egiteko modua. Gaur, niretzat, zer da garrantzitsuena? Egunaren intentzioa zehazteko gauza banaiz, hobeto bideratuko dut gero atentzioa, garrantzitsua den hori lortzeko bidea. Garai zailak bizi ditugu eta munduak ez du drama gehiago behar. Integrazioa, intentzioa, kontzientzia behar ditu. Zer egin dezaket nik? Aukera ezinhobea izan daiteke nork bere burua lantzeko eta bide honetan urratsak egiteko.
Cuando suena la alarma por la mañana ¿Qué sueles hacer? ¿Cómo te levantas? ¿Hacia dónde diriges la energía?
La gran mayoría de nosotros caemos en dos campos. El campo del atareado o el del meditado…
Cuando suena la alarma el atareado se despierta y empieza a ejecutar una serie de acciones… que llevarán a otra serie de acciones… baño, vestirse, correr… duchas, desayunos, niños, trabajo… que le llevarán a otras muchas acciones que terminarán cuando se vaya a la cama con el fin de ocuparse de la tarea de descansar.
El meditado se despierta lentamente estirando el cuerpo para dedicar un tiempo a la meditación, la reflexión, el ejercicio pausado, antes de arrancar el día con las personas, proyectos y tareas que le esperan… Pone su atención en las cosas importantes y termina el día con una pequeña reflexión o meditación antes de ir a la cama, agradeciendo el día y reconociendo los retos superados.
Cómo abordamos las victorias y desafíos del día está directamente relacionado con nuestra forma de entrar al día. ¿Por qué? Porque afrontar el día desde la intención me va a ayudar a dirigir bien la atención. Y si trabajo, vivo y interactúo desde la atención es más fácil que consiga lo que realmente quiero conseguir.
Imaginemos que cogemos el coche con la idea de ir a un sitio por primera vez, sin parar a pensar en la ruta, la duración, la preparación necesaria para ti o para el coche. Lo normal seria perderse un poco en el camino… Igual sí, igual no, pero… no sabes… pasas el viaje yendo de pueblo en pueblo con la esperanza de que al final llegarás… pero sin la seguridad… ¿Harías eso?
En estos momentos, cada día es complejo. Cada día también representa una pequeña victoria. Y surgen muchos factores que antes no nos influían tanto o que no veíamos. Lo sistémico empieza a estar más percibido. Somos conscientes del estado de salud de los familiares de nuestros compañeros, de los retos de nuestra empresa, de los protocolos de las escuelas de los vecinos, y el estado emocional en muchos casos está elevado.
Vamos. Hay muchas oportunidades para despistarnos.
Entonces, es un buen momento para avanzar en nuestra persona practicando la integración de la intención con la atención en nuestro día a día.
La intención se puede, de hecho, trabajar en muchos momentos del día.
Desde la mañana, me pregunto: ¿Qué es importante cuidar hoy? ¿Para qué va a ser hoy un buen día? ¿Qué es importante para mi hacer en el día de hoy?
En el trabajo o en mis tareas diarias ¿Qué es importante transmitir o clarificar? ¿Qué es lo mas importante en un día lleno de cosas importantes?
La atención, después, viene a ser el vehículo para asegurar que llevas a cabo eso que es importante. Para conseguir o comunicar o ejecutar esto que me importa ahora, ¿Dónde tengo que dirigir la atención? ¿Qué áreas de mi vida, mis procesos y mis relaciones necesito cuidar?
Cuando soy capaz de ver dónde me podría desviar de la atención, entonces soy consciente de dónde tengo que poner especial foco y energía. De esta forma incluso voy a poder anticipar desvíos y distracciones.
En una reunión donde la información es importante, pero el que la dirige me cae mal no estaré escuchando desde la curiosidad y la atención. Pero si antes de la reunión y al principio defino la intención, entonces es más probable que yo (y todos) enfoquemos la energía hacia estos “para qués” que son relevantes para todos. Muchísimas reuniones son pérdidas de tiempo debido a la pérdida de ATENCIÓN. Así la INTENCIÓN queda en los márgenes.
Fijarnos en la diana nos ayuda para agarrar la tierra firme del día a día. Para poder respirar y centrarnos cuando el día va o excesivamente bien o excesivamente mal… necesitamos cuidar la atención. Así es como vamos a poder seguir dando lo mejor de nosotros en los momentos más desafiantes. Así es como vas a poder acceder al superpoder de la presencia. Así es como vas a superar las crisis y ser referente para las personas.
Al final del día el atareado cae como un tronco o se queda allí pensando en lo que ha tenido que dejar para mañana. El meditado toma un momento para reflexionar y reconoce su satisfacción con lo que ha podido conseguir con la intención de hoy, y en qué le gustaría avanzar mañana…
Desde hace 6 años, casi todas las mañanas consigo hacer una pequeña rutina que me permite empezar el día de forma meditada e con la intención clara.
Tú ¿Qué haces para actuar desde lo mejor de ti? El mundo no necesita más “drama”. Necesita más integración. Más intención. Más consciencia. ¿Qué vas a hacer tu para liderar con el ejemplo, hoy?
George Floyd maiatzaren 20an hil zuten, lau polizien artean. Bosgarren pertsona batek, gertakari lazgarri hura grabatu zuenak, arrazakeria gure gizartean errotuta dagoen arazo sistemikoa dela ohartarazi digu. Ispilu aurrean jarri gaitu. Bazterkeri eta arrazakeriaren aurrean biktima-, borrero- edo testigu-rola har dezakegu. Testigu modura, gertatutakoa behatu dezakegu, bertan dugun erantzukizuna onartu, eta ekin. Zer egiten dugu bazterkeriari aurre egiten dion gizarte baten alde?
E
n marzo 2020, dos meses antes de la incomprensible muerte de George Floyd el 25 de mayo en los EEUU, apareció en el periódico El Publico un artículo sobre el racismo policial en España. SOS Racismo ya advertía que los casos de racismo policial en la cuarentena estaban aumentando. Ya había casos aquí. Y aunque los EE.UU. parece ser un país complicado y lejano, gracias a la perturbadora muerte de un hombre allí, y el movimiento mundial que ha surgido, tenemos todos la oportunidad y la obligación de mirarnos a nosotros mismos. De ser honestos y preguntarnos, en un entorno de racismo sistémico ¿cómo contribuyo al movimiento de igualdad y antirracismo que favorece una convivencia que promueve el amor entre la raza humana? O ¿Cómo estoy contribuyendo al racismo institucional que existe? Y ¿Qué puedo hacer de diferente para que este cambio se integre en nuestra sociedad?
Las empresas y organizaciones son imprescindibles en este movimiento. Desde mayo el tema que más aparece en los “posts” de mis contactos profesionales en LinkedIn dan fe de ello. Expresan mensajes antirracistas y, sobre todo, tristeza por el nivel de racismo existente y nuestra parte en ello. Esto es importante. A nivel mundial el movimiento #BlackLivesMatter nos hace ver a nosotros mismos. Las reacciones van más allá de la condena. Son reacciones que reconocen la responsabilidad que tiene cada uno de nosotros en semejantes actos.
Hubiera sido fácil ver la muerte de George Floyd como un acto particular de racismo en un país donde sabemos claramente que existe… separarnos de la incidencia, juzgarles y distanciarnos del odio que esta detrás. Parece haber 4 personas culpables de la muerte de George Floyd. Cuatro policías y una quinta persona, la que estuvo detrás de la cámara. Un testigo que posibilitó que esta incidencia se viera a nivel global; que nos hizo vernos en el espejo; que nos hizo ver, no un caso aislado, sino lo peor de la humanidad y un problema profundamente sistémico. Un testigo que hizo surgir un movimiento colectivo y global.
¿Por qué? Porque el Covid 19 nos ha impactado como sistema humano y nos ha hecho vernos como tal. Y porque en un momento de distanciamiento social y ansiedad sobre el futuro las personas buscamos un sentido, un propósito a seguir. Una causa llena de valores positivos da este sentido a muchas personas.
El racismo y la desigualdad existen. Es sistémico. Siendo sistémico entendemos que nosotr@s tod@s formamos parte del ello. Pensar que no, es declarar nuestra inocencia y el inocente no actúa. Con lo cual seguimos siendo parte del problema. Sin ser capaces de observarnos, aprender y actuar. Existe la desigualdad en nuestro entorno, en nuestra ciudad, en nuestro pueblo incluso en nuestro día a día. En las calles, en los comercios, en las empresas y las instituciones. Cada un@ de nosotr@s podemos ejercer uno de estos tres roles en este sistema: víctima, perpetrador o testigo. Cada papel tiene su perfil y los encuentras en las organizaciones, en las familias, y en ti mism@.
La victima sufre el impacto y consecuencias de las políticas y creencias de las personas, instituciones y organizaciones de las que forma parte. Se queda en el “No puedo” y sufre o se paraliza. El perpetrador juzga a los demás, o incluso a si mism@ entonces aumenta la tensión sin mejorar las circunstancias. El testigo tiene dos opciones: a) observar desde la distancia, mantenerse allí sin actuar; b)observar siendo consciente de su parte en el sistema, aceptar y afrontar.
Entonces nos toca observar. No desde la distancia sino desde un acercamiento a nuestros sistemas desde la curiosidad y la apertura. Desde una mente y corazón abierto hacemos preguntas;
¿Somos una organización/sociedad diversa?
¿Qué oportunidades podríamos crear para promover la igualdad, dentro y fuera de nuestra organización?
¿Qué obstáculos existen en nuestra organización o nuestra localidad en la creación de un entorno antirracista? ¿Qué 2 cosas podríamos hacer para afrontarlos?
¿Qué oportunidades se presentan para nosotros este avance en la consciencia a nivel global?
¿Como organización, y como líderes, qué dos pasos podríamos dar que son activamente antirracista, para así contribuir a una evolución a mejor?
Sería fácil decir que en mi entorno el problema no existe porque no hay tantas personas de origen africano. Entonces estaríamos negando la realidad y declarándonos inocentes y libres de responsabilidad. Las hay. Autóctonos e inmigrantes. Entonces observa. Observad. Preguntad. Escuchad. Escuchad. Y no dejar de escuchar desde un corazón abierto y curioso. Desde allí poco a poco nos pondremos a andar por un camino mas amoroso, con mas sentido que antes. Poco a poco desde la voluntad abierta daremos pasos reales en un momento de la historia en la que cada paso cuesta y cada paso cuenta.
¿Qué paso darás tu? ¿Cuáles son los valores que identifican a tu organización? Y ¿Cómo los entenderán en un futuro?